Comenzamos con un par de días de descanso luego de nuestra primer cumbre, en los que paseamos por la ciudad de Huaraz, disfrutando del “día de la ciudad” y de las fiestas patrias peruanas. Obviamente las noches en los bares Xtremme, Tambo, 13bhuos, Makondos, etc no dejaron de ser parte de la dieta previa a la segunda cumbre.

El lunes 26 de julio partimos temprano hacia el norte y pasamos por el “campo santo”, lugar en el que se encuentra un pueblo completo enterrado por el alud producido por el terremoto de 1970. Después pasamos por las lagunas de Llanganuco (lugar símil Bariloche peruano) y nos dirigimos a nuestro primer campamento a 3900m llamado Cebollapampa.
El martes simplemente nos dedicamos a subir un campamento y nos apostamos a los 4600m con todo listo para en horas de la próxima madrugada comenzar el ascenso a la cumbre del Nevado de Pisco.

A la hora de levantarnos, no todo estaba bien, ya que todas las montañas estaban tapadas por nubes y temíamos profundamente llegar a la cumbre y no poder apreciar la majestuosa vista que hay desde ese sitio de la Cordillera Blanca… otro problema fue que de los doce integrantes, hubo cuatro que no se sentían lo suficientemente en condiciones para encarar la cumbre, así que decidieron quedarse en el camp… la altura es así!
El ascenso comenzó cruzando de noche una infernal morrena glaciar, llena de bloques de roca que complicaban el avance e incentivaban a perderse en todo momento… por suerte eso no sucedió y llegamos sin problemas hasta los 5000m donde comienza el glaciar y a pesar de que todo estaba tapado por nubes, armamos dos cordadas de cuatro personas, nos pusimos los crampones y para arriba!!!
Teniendo en cuenta que la mayoría de los miembros de la cordada era la primera vez a esa altura, el ascenso fue duro y lento, lo que “por suerte” ayudó ya que gracias a esto, pudimos vivir el momento en el que se despejó la cumbre muy cerca de ella. Los últimos metros fueron por una pared de hielo la que por las dudas aseguramos con un par de estacas yyyyyyyyyyyyyyyy cumbreeeeeeeeeeeeeee!!!

Los ocho llegamos muy felices y tuvimos la oportunidad de apreciar una vista que en horas anteriores ni soñábamos!!!! LAS MONTAÑAS DESPEJADAS!!!

El descenso obviamente fue cansador, pero llegamos al camp todos sanos y salvos.
Hoy estamos en Huaraz descansando y organizando para los próximos días unas visitas a unas ruinas arqueológicas INCREIBLES y unos mountainbikes violentos por estas montañas.
Nos vemos pronto!!!
P. Az.